En 2025 el concepto de sostenibilidad en la educación irá más allá del reciclaje y los huertos escolares. El objetivo es enseñar a los niños y niñas a convivir con su entorno y también a regenerarlo. Este enfoque promueve la participación activa en proyectos que impactan de forma positiva el medioambiente y generan una relación profunda con la naturaleza.
Para promover este punto de vista se pueden realizar actividades como las siguientes:
Diseño de mini ecosistemas en las escuelas en los que los niños y niñas participan en desde la creación hasta el mantenimiento.
Escuelas en movimiento en las que se utilizan espacios al aire libre como bosques, parques o playas como entorno educativo.
Proyectos circulares como talleres de creación en los que los materiales desechados se transforman en nuevos objetos o recursos educativos innovadores.
Slow Learning
Nos hemos acostumbrado a la inmediatez, a buscar algo en Internet y que aparezca en segundos, a pasar de un vídeo a otro en redes sociales y a que cualquier cosa que queramos podamos tenerla de forma inmediata. Frente a esta rapidez se extiende la filosofía del Slow Learning. En 2025 se seguirá apostando por procesos de aprendizaje más lentos y profundos en los que los más pequeños tendrán tiempo para explorar, reflexionar y asimilar a su propio ritmo.
Esta tendencia se puede aplicar a través de diversos tipos de acciones en las escuelas:
Proyectos largos y abiertos que permiten a los niños y niñas profundizar en un tema durante semanas o incluso meses. Con la ventaja adicional de que pueden elegir el proyecto que más les motive.
Espacios de calma en las aulas como rincones de lectura o para practicar mindfulness.
Fomento de la curiosidad natural con actividades que sigan los intereses individuales de cada niño o niña y desarrollen sus habilidades innatas.
Neuroeducación creativa
Si pensamos en los momentos de nuestra vida que recordamos más, son aquellos que relacionamos con una emoción. En relación con la educación la neurociencia ha demostrado que aprendemos mejor cuando nos emocionamos. En 2025 la neuroeducación creativa estará en las aulas y se combinarán diversas técnicas relacionadas con la pintura, la música o el teatro para conectar a través de las emociones con los niños y niñas
En las escuelas se podrán realizar actividades como las siguientes:
Aprendizaje a través de historias vivenciales en las que los niños y niñas se convertirán en protagonistas de aventuras en la escuela.
Proyectos artísticos interdisciplinarios en los que se combinan varias materias. Por ejemplo, un mural sobre la historia de tu ciudad en el que se combinan conocimientos de historia y dibujo, y se aplica la habilidad de trabajar en equipo.
Integración de música terapéutica en las aulas para facilitar la regulación emocional de los más pequeños.
0 comentarios:
Publicar un comentario